Entrevista: Sebastián Chacón

Fotos: Archivo personal MP y Maxi Marinucci

Con la mente puesta en los IX Juegos Panamericanos de Surf, Martín Passeri se prepara para el penúltimo desafío del año con la casaca nacional, del 7 al 15 de noviembre en Ilhéus, Bahía (Brasil) el surfista de Playa Grande estará integrando el equipo nacional que competirá en olas brasileñas por las medallas de oro, plata, bronce y cobre que habrá en juego.

En pocos días se cumplirán diez años del Panamericano realizado en Horizonte, Mar del Plata. De aquel team, Martín Passeri se destacó como el mejor argentino en la categoría Open al ubicarse en el cuarto escalón del podio, y de ahí en más comenzó a transitar la vereda del surfista profesional. Piernas europeas del QS, y varios viajes de Freesurf y entrenamiento siguieron en su agenda hasta convertirse en el surfista de alta competencia que todos conocemos.

Soleada mañana de viernes, faltan olas pero sobran ganas de hablar… Con asombrosa puntualidad, Passeri llega a la entrevista dónde el mate comienza el pasamanos. Los primeros temas abordan la definición que tiene a Fanning y a Parko cabeza a cabeza, a Owen Wright, al empate entre River y Boca y en lo que vendrá… Presiono el botón REC y aparece la verborragia de Passeri.

“Después un año bastante cargado de fechas, muchos eventos de diferentes niveles,  hice una frenadita, replanteé diferentes cuestiones y recién ahí me dediqué a hacer un fortalecimiento físico de un mes y después le dediqué mucho tiempo a la parte estratégica y técnica que es algo que venimos trabajando junto al equipo argentino. Esto es algo que habíamos hecho para el panamericano del 99 cuando Ñoño (Diego Crego) estuvo como coach del equipo argentino, y ahora este plan duró mucho más porque venimos trabajando desde el mundial de Costa Rica. Creo que con el equipo completo nos podemos meter entre los cuatro primeros, vamos a estar unos cuantos días antes en el lugar del evento y eso es muy importante para el trabajo de grupo”.

¿Qué hiciste durante el año?

Este año después del mundial me fui a Puerto Escondido, algo que me ayudó mucho porque es una ola que te pone ágil y en otro nivel de surfing. Después cuando vas a una ola más suave, sabés manejar mejor otras situaciones. Después fui a los QS de Brasil, no me fue bien… Siempre estuve a una ola de cinco puntos, algo que me pasó en todos los eventos del QS, de todas formas siento que en algún momento se me abrirá el camino de los resultados.

Este año se cumplen diez años de la medalla de cobre que ganaste en el Panamericano de Mar del Plata, ¿qué cosas pasaron en tu carrera desde aquel Panamericano?

A partir de esa medalla panamericana me dediqué a competir como realmente quería, si bien tuve algunas interrupciones por la caída económica de Argentina, siempre estuve compitiendo. En el 99 conseguí mi primer título de campeón argentino, viajé a Estados Unidos a entrenar, fui a Tahití… Fue el año en que empecé a vivir como surfista profesional. La medalla me marcó, la tengo ahí en casa y la veo todos los días y me encantaría lograr otra y más arriba del podio.

Creo que en diez años pasaron un montón de cosas, el título de campeón latino fue otra cosa que me marcó y sirvió para poner a Argentina en el plano competitivo internacional… Hoy tenemos al menos seis surfistas argentinos que están pensando en competir, y todos están para el Top 10 del ALAS. Miro para atrás y siento que muchas cosas han cambiado, si bien lo que hice fue seguir el modelo de otros surfistas a nivel profesional y competitivo…Creo que a raíz de eso vinieron otros chicos que están en lo mismo.

También el hecho de que tengamos tantas competencias hace que los chicos quieran estar ahí, la ASA está haciendo las cosas bien y eso sin dudas potenciará esto que empezó hace unos años.

Otro de los temas que aparecen en los últimos 10 años del surf argentino son los distintos vaivenes institucionales que no hicieron más que poner un freno al deporte, ahora las cosas parecen tomar un curso más normal mientras se avanza con el trabajo de sedimentación de las bases. Al respecto Passeri tiene bien presente ese tema.

“El primer año del mandato de Micky (Arandía) fue increíble, arrancó con un Panamericano dónde trabajamos dos meses con preparador físico, coach, nutricionista y concentramos en un hotel…Yo creo que fue muy bueno porque marcó un camino en el plano deportivo, después las otras dirigencias no entendieron nunca el proyecto deportivo. Ahora por suerte volvimos a ese camino, el trabajo de Manuel Santamaría (Coach del equipo argentino) y de Silvio Pedro a cargo de ese área es una muestra…También el laburo del Rulo Prenski con los Juniors es una muy buena tarea”.

¿Cómo balancearías el año?

Creo que me fue mejor en el aspecto individual que en la competencia por equipos, de todas maneras fue raro… Salvo el mundial no tuve resultados malos, pero la exigencia que se pone uno tiene que ver con querer superarse y querer crecer. Con estos tres últimos eventos del año voy a correr 25 eventos en el año, de los cuales conseguí ocho podios entre nacionales e internacionales… Si lo veo en números no fue un año malo, sí no cumplí con el objetivo del mundial, pero sigo con mi preparación y voy con todo al panamericano, a la final del ALAS y a los Odesur.

En un campeonato tan largo teniendo en cuenta que estás lejos de tus afectos, conviviendo con más de diez personas y con la ansiedad de avanzar heats para llegar al domingo con vida, ¿cómo se trabaja el aspecto psicológico?

Este año estuve hasta último momento en mi casa, algo que no hice para el mundial y es algo que me da mucha tranquilidad porque sé que voy a estar diez u once días afuera con la cabeza donde tiene que estar. La competencia del surfing tiene un factor emocional muy fuerte, y en los eventos largos es donde mejor tenés que estar de la cabeza, y es en este tipo de eventos donde mejor me siento. En el mundial no estaba de la mejor manera y eso se reflejó en los resultados, me saqué varias presiones de encima y el trabajo de contención de Manuel y Silvio lo valoro mucho, durante el mundial absorbimos una metodología de trabajo y ahora la pondremos en práctica.

Con respecto a la convivencia hemos decidido alquilar una casa frente a la playa, alejada de los hoteles y del ruido que es algo fundamental para evitar distracciones. Además con eso solucionamos el problema económico ya que no muchos chicos pueden pagar entre U$S 50 y U$S 65 por día para la comida y los gastos diarios, quizás esto parezca una pavada pero a la larga puede provocar roces y desgastar la relación entre el equipo. Creo está todo dado para que al menos siete atletas del team se metan en las finales.

Panamericano, final de ALAS y los Juegos Odesur son los tres grandes objetivos de Passeri para cerrar el año. Pensando en el 2010 las prioridades pasarán por el ALAS y los WQS.

“El objetivo 2010 – 2011 pasará por el QS y ALAS, habrá varios eventos mixtos y mi objetivo sigue siendo meterme entre los 100 primeros del QS, la continuidad en competencia te va empujando el nivel y creo que sólo es cuestión de seguir saliendo a competir. Además el ALAS está experimentando un cambio, se está regionalizando al nivel de que varios eventos serán también QS. Todavía falta que se consagren eventos clásicos como El Salvador, al menos dos en Perú y en Chile… Tenemos excelentes olas en la región y eso tiene que pesar, y sin dudas para los latinos sería muy saludable porque los costos son otros”.

Se va el 2009 y el surfing latino tendrá su noche de premios ALAS y Passeri estará compitiendo en la terna del “Surfista más Profesional” junto a Ángelo Lozano, Diego Naranjo, Gary Saavedra y Magnum Martínez.

“Me parece genial que el surf latino tenga su noche de premios, es vital que toda la media, competidores  y la gente de la industria esté involucrada en esto. Sirve porque no mucha gente sabe que por ejemplo Diego Cadena es un surfista súper radical… Creo que es algo que ayuda a darle vuelo al tour y que no tenemos que dejar de lado”.

Con el stop del grabador se acaba la entrevista, el mate sigue con su fluido pasamanos acompañando otra charla sobre lo que vendrá… Eso… ¿Qué vendrá?

Quizás en diez años volvamos a charlar de otros o los mismos temas.