LA BARREDORA: EL SURF NUNCA ALCANZA

Por el Dr. Marsupial

Hace un par de años que empecé a surfear en la costa marplatense. Para surfear todos los point que he corrido necesité muchas horas y muchos días, con sol, nublado, frio. Pasaron las estaciones, y dejé muchas huellas sobre la arena que luego se las llevó la marea.

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Lucas Santamaría, otro que al igual que el Dr. Marsupial dedicó y dedica gran parte de sus horas al Surf. Foto: Maxi Marinucci.

Así fui creciendo, entre swell y swell…Y me fui acostumbrando a la sudestada y al viento pampero. Llevo muchas horas surfeadas, ni puedo imaginar cuanto tiempo pasé en la costa pero puedo garantizar que el paso del tiempo me dio un montón de facultades, recuerdos permanentes y cariño a la playa, en especial al mar.

 

¿Cuántos amigos han quedado en el camino?… Aquellos que no surfeaban y no entendían por qué no salíamos por la noche, o cuantas novias no comprendieron que aunque nos gustaba estar con ellas preferíamos surfear. La familia siempre estuvo ahí, pero cuantas broncas te llevaste por llegar a cualquier hora, mojado, sucio y de noche, mientras te repetían que tenías que hacer algo útil.

Llegaba al amanecer, me levantaba temprano para ir a surfear o iba a última hora, bien hacia el fin de tarde, para disfrutar de las olas con los últimos minutos de luz. Cuando me escapaba de la escuela o del trabajo, o cuando me metía con miles de problemas.

Por eso saludo al mar, a ese infatigable compañero que nos acompañó siempre. Compañero que me permitió conocer muchos amigos con los cuales puedo compartir el surf y las cosas lindas de la vida.

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