EL ÚLTIMO DISCÍPULO

Una conversación con todo el tiempo del mundo sobre las mutaciones, la pérdida, el surfing, crecer en La Perla y las lecciones del gran alquimista del surf

Entrevista a Nico Daleo

Por Sebastián Chacón

No solemos caer en obscenidades, sin embargo, es nuestro deber contarles que esta entrevista nos llevó mucho tiempo. Mientras cantidad e inmediatez son urgentes, haber esperado durante ocho meses por esta entrevista, puede ser un acto de excesiva vanidad. Pedimos disculpas por semejante altanería, pero los hechos supieron ser sabios guías en esta experiencia donde el entrevistado, difícilmente sea parecido al que supo ser a principios de año.

Nicolás Daleo creció en La Perla, en ese tradicional barrio marplatense, en los albores de la década del noventa, el surfing se le presentó de la mano de unos amigos del colegio secundario que solían surfear en La Bristol. De aquella primera vez, todavía recuerda las hostilidades de esa entidad que siempre necesita saber de qué estás hecho. Sus ganas pudieron más y con el tiempo lograron sellar un pacto que fue mucho más allá del mar.

Los primeros días de La Isla.

Así como en el fútbol el que rompía (o pinchaba) pagaba, en aquel entonces, el que surfeaba y rompía, reparaba. El primer consultor a la hora de meter mano en las reparaciones de sus primeras tablas, fue su padre, un tipo con avanzados conocimientos en química y materiales. Tiempo después, una quilla maltrecha lo llevó a pedirle consejo a Renato Tiribelli. Del taller de Rena se fue con varias recomendaciones y algunos materiales para poder desarrollar la tarea.

La curiosidad fue poniendo las cosas en su lugar, Nico se convirtió en reparador. La laminación fue un paso inevitable en su evolución. De ahí fue como se empezaron a ver tablas laminadas por su nuevo emprendimiento: La Isla. Recién en enero de 1999, La Isla Surfboards entregó su primera tabla shapeada por Renato.

Nico escuchando atentamente los conceptos de Renato.

Lo que siguió fue una tarea de aprendizaje incesante. Laminando tablas shapeadas por Renato y  Mr. Uva Crego, entre otros. Sumando horas de vuelo en un oficio que no gana demasiados adeptos. Porque como bien lo analiza nuestro entrevistado, hoy en día ser shaper es mucho más canchero que ser laminador.

La dinámica de La Isla se alteró para siempre el pasado 8 de febrero, la misma mañana que Renato Tiribelli emprendió el gran viaje. Con él, se fue una forma de ver y entender el surf, y por supuesto, una manera de fabricar tablas. Lejos de la masividad, cerca de la verdadera esencia, esa que fluye entre mar, tabla y surfista… Sin necesidad de testigos, ni círculos de validación.

A principios de 2000, gracias a mi oficio, tuve la oportunidad de entrevistar a Renato en la radio. Después de haber repasado su carrera y de tocar diversos temas, para despedirlo, le pregunté qué era el surf. Después de unos segundos de silencio (un acto que muy pocas personas valoramos en la radio), sus cejas hicieron un pequeño gesto, como si la respuesta descansase en la profundidad de sus ojos.

-Para mí el surf es que un amigo te toque el timbre para ir a surfear, es simplemente eso.

Veintidós años después, esa definición sigue retumbando en mi cabeza, por su simpleza, agudeza, profundidad y especialmente porque escapa a todo tipo de obviedad hedonista.

Los meses fueron pasando y la pregunta fue inevitable… ¿Quién va a shapear las tablas de La Isla? Recién en mayo, pudimos ver a Nico con el traje de shaper en la sala, metiendo mano y tirando líneas en el foam. Mientras tanto, esta entrevista seguía madurando en su escritorio, buscando su momento, encontrando las respuestas que hicieran honor a las enseñanzas del Maestro.

El último discípulo, una charla con Nico Daleo sobre La Perla, el surf, las tablas y el legado de Renato Tiribelli.

Presentado por

¿Cómo es crecer en La Perla? Ese universo tan marplatense y a la vez tan autóctono… tan La Perla.

La Perla es un barrio con mucha identidad, sus playas no son la excepción, crecer en ese barrio como surfista y como persona son algo que aun valoro mucho, los códigos, su gente y sus olas de escollera “con rebote” siempre van a estar presentes para mí…

Las escolleras de La Perla tienen cada una su “tribu surfer” con sus propios códigos  que aseguran el equilibrio dentro y fuera del agua.

Nico en México.

¿Considerás que La Perla tiene su propia subcultura dentro de la cultura del surf marplatense?

Tal vez sí haya una subcultura del surf marplatense en La Perla, que se va transmitiendo de generación en generación y que perdura con el correr de los años.

Hoy en día, 30 años después de mis comienzos al ir a La Roka y gracias a que  los nuevos surfistas y bodyboarders que hoy la habitan mantuvieron esos códigos intactos, me siento a gusto y como en casa.

¿Cómo llegó el surf a tu vida?

El surf llegó a mi vida en el otoño del 92 durante mi segundo año de secundario cuando unos compañeros de escuela, Seba y Tom me invitaron a ir a verlos surfar a La Bristol, fue mi primer intento, fracase.

Luego en noviembre para mi cumpleaños agarre unos $$ y con 45 dólares me hice dueño de un 7pies single fin peruano que pesaba 400 mil kilos y se llenaba de agua.

Camino de ida, aún no sé adónde me llevará.

En casa…

¿Cómo y cuándo decidiste meterte en la industria de las tablas?

A la industria del surf llego inconscientemente y de una forma totalmente natural.

Desde mi primera tabla empecé junto a mi hermano y con la ayuda de mi padre a reparar con resina y fibra lo que podíamos en nuestras maltrechas tablas, es un paso a paso de muchos años, sin mirar atrás ni a los costados.

¿Cómo fue que nació la relación con Renato?

A Rena lo conocí en el 96 cuando fui a pedirle mi primera tabla, una Twin Fin 6’1″ hermosa… ¿Dónde estará?

Al poco tiempo en una mala maniobra al bajar a la playa rompí una quilla (eran fijas), y post trauma fui a ver a Renato para pedirle auxilio, el me dio unos tips y algo de materiales, así la reparé y luego dio inicio a una amistad que iría dando otros frutos. Esa Twin me cambió la forma de ver una tabla, la forma de surfar una ola y finalmente me cambió la vida.

Cuatro ojos ven mejor que dos.

¿Cuál era la principal virtud de Renato como maestro?

La principal virtud de Rena era dar el ejemplo… Él era impecable, en todo lo que hacía, no creo que haya habido dos como él en el mundo… en las tablas dejaba todo.

No sentirse maestro, su compromiso con la tarea era total, hiciera lo que hiciera, eso era inspirador.

Las tablas fueron su vida, aún más que el surf en sí mismo.

Un ida y vuelta bajo el sol marplatense.

¿Cómo definirías tu relación con las tablas como objeto?

Si bien la tabla de surf no deja de ser un objeto más, es al menos un objeto bastante peculiar, yo personalmente en una tabla admiro la armonía de sus formas y su estética en general. Pero aparece además una apreciación menos mental que me habla de algo más, ahi es cuando entran en juego las energías, y el verdadero propósito de quien la fabrica, transmitido a ese objeto que tal vez pueda volverse mágico, con la ayuda de su nuevo dueño.

Yo tengo muchas tablas, las conozco bien a todas, nos relacionamos en el mar, siento su carácter y me gusta aprender a tratarlas en las olas.

Un camino de ida…

De todas tus tablas… ¿Cuál es esa que siempre tenés a mano y por qué?

De todas mis tablas no podría elegir una sola… pero siempre voy a tener a mano una suficientemente sólida para no quedar afuera del agua cuando el mar crece y otra para los días de buena forma pero sin fuerza (Twin Fin).

 ¿Qué cosas te mantienen cerca del surf y cuáles son las que te alejan?

Creo que lo que por ahí me aleja un poco del agua es el exceso de gente en verano, sumado a la merma de swelles, y me siento más cerca cuando el otoño trae las primeras crecidas del sur.

 ¿En qué momento se encuentra la industria nacional y qué nos falta mejorar para estar a la altura de USA y Australia en cuanto a materiales?

La industria nacional en términos de materiales hoy se encuentra a la par de cualquier otro país, tal vez no sean tan accesibles, pero al menos si querés hacer una tabla de primera calidad, tenés todo lo necesario.

Acá el problema más grande se da en torno a la falta de laminadores y lijadores que tengan la experiencia y conocimientos para estar a la altura de una industria como la de las tablas.

“Shapers” hay miles, parece que es más canchero (risas).

¿Qué paradigmas cambiaron desde que tablas como las Twin Fin y las Bonzer empezaron a desplazar a las típicas trifin que nos vendían los Pro desde la pantalla de los campeonatos?

Yo creo que lo que las Bonzers, Twin Fins y Single Fins, entre otras tablas fuera de lo convencional, nos vienen a enseñar que en la ola así como en la vida no hay una sola forma de surfear (o vivir), y el hecho de limitarnos a un solo tipo de tabla o a un estilo de surf programado y premiado por un grupo de jueces, no es otra cosa que ponernos límites y fronteras en algo como es el surf, que por su naturaleza nos premia con la libertad.

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