INVISIBLES: CONVERSACIONES CON FOTÓGRAFOS

Nuestra serie de entrevistas a fotógrafos vuelve al centro de la escena, hoy con una mujer que desde hace tiempo viene aportando sus visiones para documentar el folclore que tanto nos gusta.

Hoy la dueña de la cámara es Lorena Dalia

Presentado por Rip Curl

¿Cómo llegás al mundo de la fotografía?

A través de mi hermana Paula. Ella también es fotógrafa. Tenía 15 años cuando la acompañé a una sesión de fotos a una enorme fábrica de pastas en Buenos Aires. Me cautivó la pasión con que observaba cada elemento del lugar. La miraba y pensaba por dentro: ¿A qué le está tomando fotos con tanto entusiasmo? Pues yo solo veía sorrentinos (risas). Pero cuando me mostró las imágenes finales me sorprendí realmente. Los ángulos, las luces y sombras, los colores, las texuras. Con algo tan simple como un producto, logró cautivarme. Lo vi como un juego divertido en ese momento.

Comencé a hacer fotos como distracción a los 34 años, cuando heredé una cámara digital de mi padre. En esa época tan triste encontré en la fotografía instantes de tranquilidad y disfrute. Siempre iba a la playa y pasaba horas observando a los surfistas del lugar. Comencé a ser consciente de que ya no se trataba de una simple distracción y no quedaba conforme con los resultados, entonces decidí tomarlo más en serio y me inscribí en varios cursos de fotografía.

Visiones de Lorena Dalia.

¿Qué cosas son las que más te seducen de la cultura del surf?

Como toda cultura, la del surf también posee un conjunto de hábitos, creencias, lenguaje, estilos de vida, valores, costumbres, conocimientos, etc. Y como fotógrafa tengo ese gran vicio de observar en busca de momentos mágicos y sobre todo, reales.

Lo que más me seduce de la cultura del surf, es la analogía que tiene con la vida. La paciencia y persistencia del surfista siempre me llamó la atención. Las buenas olas se hacen esperar en muchas ocasiones, pero esa ola perfecta llegará tarde o temprano y sin duda vale la pena esperarla. Además para convertirnos buenos en algo es importante ser constante y aprender de nuestros errores, algo que el mar siempre nos enseña. Uno no nace siendo un excelente surfista, requiere de ciertos sacrificios como levantarse temprano, nadar en aguas frías, recuperarse de algunas lesiones, entre otras cosas.

Hay un dicho muy conocido que dice: Para todo mal el mar y para todo bien también. La conexión con el mar y la naturaleza, esos momentos de reflexión y/o meditación y contemplación, antes, durante y luego de una sesión de surf, en lo personal, me parecen exquisitos para retratar.

Ornella y su backside, una sociedad inquebrantable.

¿Cuál es el lugar más difícil de Mar del Plata para fotear?

No existen lugares difíciles para fotear, solo resulta difícil aquello que nuestra mente lo considera. Siempre tenemos que arriesgarnos, asumir nuevos desafíos, salir de la zona de confort como muchos dicen.

Mar del Plata posee un patrimonio natural y arquitectónico muy rico, solo hay que salir a buscar esas imágenes.

Al ritmo del siempre inquieto.

¿Qué sería de la humanidad sin la fotografía?

Es muy difícil imaginar un mundo sin la fotografía por todos los aportes que ésta realiza, principalmente como medio artístico popular de expresión y como registro documental. Es como imaginar un mundo sin música o sin la escritura. Justamente la fotografía es dibujar con luz, y un mundo sin imágenes sería un mundo gris, muy oscuro.

Es uno de los inventos más importantes de la humanidad, sin ella sería casi imposible poder conservar la historia y nuestros recuerdos, porque cada vez que accionamos el disparador sabemos que estamos capturando un momento que jamás volverá a repetirse, es un instante muy valioso que llega y se va. Cada imagen refleja lo más interior de la vida del fotógrafo, y nace precisamente por el apasionante deseo hacia la humanidad.

Sobre la paciencia.

¿Instagram nos asyudó a mirar mejor o simplemente engordó la cantidad de imágenes que vemos?

Es un tema muy amplio para abordar. Creo que IG como red social ha aportado mucho a la difusión de las imágenes, lo que permite el fácil acceso a fotografías que quizás antes eran más difíciles de observar.

Todo depende del uso o el fin que cada uno le dé a esta herramienta. “Todos miran lo mismo pero nadie observa igual”, Benjamin Griss. Uno elige lo que quiere ver y cómo lo ve. Es indudable que sí ha engordado la cantidad de cosas que vemos, pero cómo las vemos depende de cada uno, es algo muy personal.

Ornella ante la atenta mirada de Jesús.

¿Son personas fáciles para trabajar los y las surfistas?

Sí, hasta el momento no he tenido problema a la hora de realizar producciones fotográficas con surfistas. Pero imagino que algún o alguna surfista difícil debe haber (risas).

¿Cuál es el o la fotógrafa a la que siempre estás mirando de reojo?

Hay muchísimos fotógrafos/as que admiro y me inspiran continuamente, ya sean locales como extranjeros. Me encuentro constantemente buscando y observando fotografías que me ayuden a desarrollar cada vez más mi creatividad.

Dos fotógrafos que sigo muy de cerca son: el francés Sebastien J. Zanella (IG: @sebzanella) y el australiano Tim Bowman (IG: @timbowmanphoto).

Tranquera afuera.

¿Hay una foto que te defina como fotógrafa?

¿Una sola? Mmmm, qué difícil (risas). Definir un estilo propio es un proceso que por lo general lleva mucho tiempo y este puede ir cambiando a lo largo de nuestra vida, no es algo estático. Me gusta mucho capturar momentos casuales, siempre dentro de un contexto natural como el mar, principalmente, y cómo el hombre interactúa con el mismo a través de la práctica del surf.

 

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