El surf en olas grandes es mucho más que parafina y al agua. Se suele decir que el surf de olas grandes divide a los niños de los hombres, y eso es una gran verdad que se revalida en lugares como Nazaré (Portugal), Jaws (Hawaii), Mavericks (USA) o Puerto Escondido (México), cada vez que el mar se vuelve el único tema de conversación.

Nahuel Amalfitano nació el 3 de septiembre de 1986 en Mar del Plata, un lugar bien alejado de las catedrales de olas grandes. En 1994, y por herencia paterna, comenzó a surfear en Waikiki. A poco de cumplir 19 viajó a México, en Puerto Escondido experimentó la intensidad y exigencia del Pacífico, ahí empezó una nueva etapa en su carrera de surfista.

Surfeando en El Buey (Chile) hace unos diez años, sintió la comodidad que muy pocos surfistas logran en mares realmente grandes y de ahí en adelante se dedicó a viajar en busca de rinocerontes líquidos alrededor del mundo. Con un título de Licenciado en Turismo bajo el brazo y sus tablas siempre listas para la acción, Nahuel ya disfruta de una nueva temporada en Puerto Escondido. Aquí una breve charla con un aventurero nato.

¿Cómo es el trabajo psíquico y físico para dominar el miedo cuando las cosas se complican?

Hay que tratar de no caer en pánico, hay que hacer todo un trabajo previo para saber dominar la cabeza y mantener la calma cuando estás bajo el agua con una gran cantidad de agua presionándote hacia abajo. Es impensado salir a surfear una ola de 20 pies sin antes entrenar de manera exigente, es clave ejercitar la apnea y resistencia… dos cosas que salvarán tu vida.

¿Cuándo y dónde surfeaste las olas más grandes?

En Jaws, Hawaii a principios de 2016, también en Puerto Escondido, México durante el 2013 y 2016.

A principios de 2016, Nahuel fue noticia en varios de los principales medios especializados, una sesión épica en Jaws lo puso en el centro de la escena. No es común ver a un argentino ganarse un lugar dentro de esa especie de cuerpo de elite que sale a enfrentar las mandíbulas  hawaianas, esas que te pueden catapultar al éxtasis o al hospital. El marplatense ganó pero también tuvo que pagar cuando su chaleco de seguridad falló y demoró en inflarse.

“El chaleco posee un cartucho con aire comprimido, al estar en una situación peligrosa tenés la opción de tirar de una cuerda y activar el cartucho, el traje se infla y te saca a la superficie. Un día al poner de forma incorrecta el cartucho tiré y no se infló, por suerte tenía el otro cartucho bien colocado, logré conservar la calma en el momento de crisis y pude activarlo, el chaleco se infló y me sacó a la superficie, luego fui rescatado por un Jet Ski”.

¿Qué se aconseja después de una caída como esa?

A veces salir del agua, observar, recuperar el aire, la calma y volver a intentarlo. Esto es prueba y error.

¿Cómo hiciste para ganarte un espacio en una ola como Jaws, a la que no es fácil llegar y en dónde el localismo es fuerte?

Te metes y esperas tu turno con respeto al océano y a la gente en el agua, eso sí, cuando te toca la ola tenés que ir sin dudar.

¿Cuánto fue la mayor cantidad de tiempo que estuviste en apnea en una situación de riesgo?

No es mucho tiempo, serán unos 25 segundos, pero súper intensos.

¿Qué cosas pasan por tu cabeza inmediatamente después de bajar una ola a la que muy pocos se animan?

No pasan muchas cosas en ese momento, sólo estas enfocado en la pista y tratando de no cometer errores.

¿Cuáles fueron los principales adelantos tecnológicos que potenciaron el surf en olas grandes?

Los chalecos de impacto y de flotación por medio de cartuchos de CO2. Los Jet Ski de rescate y las tablas especialmente diseñadas para ese tipo de condiciones. Creo que estos son los grandes avances tecnológicos que nos llevan a surfear lugares que antes eran prácticamente imposibles.

¿Cuáles son los planes para el 2017?

Hawaii, México, California, Chile y lo que se vaya dando.

¿Quedan olas grandes por descubrir?

Sí, muchas.

Seguí a Nahuel en Instagram: @nahuelamalfi